Los sistemas artificiales funcionales nunca dañan la vida, el bienestar, el medio ambiente ni la cohesión social, solo lo hacen los disfuncionales.
Hemos cambiado la definición de sostenibilidad por
funcionalidad no dañina.
Disipación de energía
En la naturaleza, todo funciona gracias a la masa, la energía y la información. La disipación se refiere a los procesos termodinámicos irreversibles e inevitables que se producen en los sistemas vivos y que dan lugar a una pérdida de energía «útil».
La Ley General de la Funcionalidad demuestra empírica y teóricamente que mentir, engañar u ocultar información para obtener una ventaja competitiva (un objetivo político, etc.) conlleva un coste energético a través de la disipación, lo que hace que esa energía no esté disponible para un trabajo útil.
El Principio de Equivalencia Masa-Energía-Información del Dr. Melvin Vopson (2023) afirma además que la información tiene masa y requiere energía para ser procesada o borrada, lo que significa que la información deliberadamente falsa o suprimida consume energía que no puede recuperarse para un uso productivo.
Esto tiene su origen en los principios de la física de la información, la termodinámica y la cibernética.
Ahora ya sabes por qué nuestra sociedad apenas funciona, si es que lo hace; simplemente no se dispone de suficiente energía útil.
Tenemos que agradecérselo a Rudolph Clausius.
